Estrella Cuello (Soprano)
Merche Moreno (Violín I y directora del grupo)
Carolina García (Violín II y Viola)
Nuria Gañet (Violonchelo)
Elena Jourikhina (Flauta Travesera)
Carmen Lanao (Oboe y Corno Inglés)
Belén Blázquez (Piano)

PROGRAMA

Caro nome, Aria de Gilda, ópera Rigoletto, Verdi

È strano! È strano! … Sempre libera, Aria de Violetta, de ópera La Traviata, Verdi

Quel guardo il cavaliere, aria de Norina de la ópera Don Pasquale, Donizetti

Casta diva, aria de Norma de la ópera Norma, Bellini

Ach, ich fühl’s, aria de Pamina de la ópera La Flauta Mágica, Mozart

Lascia ch’io pianga, aria de Almirena de la ópera Rinaldo, Haendel

Je veux vivre, aria de Julieta, de la opera Roméo et Juliette, Gounod

Me llaman la primorosa, polaca de Elena, de la zarzuela El Barbero de Sevilla, de Nieto y Jiménez

O mio babbino caro, aria de Lauretta, de la ópera Gianni Schicchi, Puccini

Duración Aproximada: 55 minutos

Las óperas cuentan historias que fueron escritas en su mayor parte en el siglo XIX, en un momento en el que el papel de la mujer en la sociedad era distinto del actual. La desigualdad en el reparto del poder entre hombres y mujeres tenía a menudo consecuencias nefastas para estas últimas.
Las protagonistas de las óperas acostumbran a ser víctimas de sus propias emociones, pero sobre todo de la situación en la que viven. Están supeditadas a un esquema social en el que el sector masculino es el dominante. Sus opiniones y sus necesidades no cuentan. Pueden ser obligadas a casarse en contra de sus deseos, por ejemplo. En muchos casos son abandonadas por sus amantes, lo que las lleva al suicidio, o directamente asesinadas. Una heroína de ópera se tiene que sacrificar, es decir, tiene que morir para cumplir con las convenciones impuestas por un mundo en el que los hombres dictan las normas.
En general, su destino es el mismo tanto si su comportamiento es moralmente correcto como si no lo es. Una protagonista de ópera, excepto en el caso de las óperas bufas, siempre tiene un mal final. Véanse los ejemplos de Tosca, Madame Butterfly, Isolde, Lucia, Aida, Lucia di Lammermour, Carmen, Violetta, Mimi y muchos otros. Si ha actuado de forma contraria a la moral, acostumbra a morir tras larga enfermedad, mientras que si actúa bien tendrá una muerte heroica. En cualquier caso, las convenciones sociales exigen de estas mujeres mucho más que de los hombres.
Muchas de estas óperas se siguen representando porque su música es extraordinaria, y quizás también porque al espectador le resultan atractivos este tipo de personajes, pero no cabe duda de que también deberían servir para reflexionar sobre si el cambio en la condición de la mujer se ha producido de manera efectiva en todos los ámbitos y en todos los grupos sociales. Quizás los problemas y las exigencias a los que se enfrentan las protagonistas de las óperas no son cosa del pasado para todas las mujeres de ahora…